Ponga el futuro en manos de sus hijos

Hace poco un compañero de trabajo (de los históricos :-) llevó algunas revistas antiguas para regalar. Entre ellas algunas «Mecánica popular». Yo me quedé con una de 1959, pero entre otras había una de 1984 que aproveché digitalizar algunos anuncios, como el siguiente de Atari:

Anuncio de Atari en Abril de 1984

A la derecha de la imagen, un texto vertical, que indica «Diseño de mapa programado en el computador ATARI 600 XL» (el énfasis es mío). Y entre las características:

«Nueva consola con teclado profesional, 4 sonidos, 256 colores, 11 modos gráficos y alta resolución» (nuevamente, el énfasis es mío).

La técnica de comercialización no ha variado mucho desde entonces. Un computador para hacer las tareas del colegio; aunque -en variados casos- la mayor parte del tiempo se use sólo para jugar. Y aunque han pasado 23 años, aún es posible escuchar anuncios en las radioemisoras: «Estudie la carrera del futuro: programación de computadores».

Lo cierto es que, de los pocos afortunados que conocí que tuvieron uno, sí programaron algunas rutinas. En ese entonces, los computadores se vendían con manuales de programación. Y no había Intenet ni televisión por cable, sólo 3 ó 4 canales de televisión abierta. Para el que tenía el recurso, programar era una alternativa cierta y entretenida.

Seguramente fue uno de estos anuncios lo que motivaron al papá de Franco a comprarle un computador en 1986. Franco fue de los lo usó para aprender a programar, partiendo por un «I am franco catrin» (lo que desmuestra que al computador no hay que tenerle miedo).

1984 fue el año del lanzamiento de Apple MacIntosh, pero si una película tardaba años en llegar a los cines chilenos; menos un anuncio de esa naturaleza podría llegar para consumo hogareño.

Por cierto, yo nunca tuve uno de esos Atari. El primer computador me lo compré luego de salir de la universidad. Y después de todo, hoy venden consolas «Atari Flashback» en $ 24.000 (US$ 45), pero sólo con juegos precargados. Quizás podría comprar uno.